El plan de Marruecos para atraer inversiones españolas se tambalea
La escalada de la tensión entre España y Marruecos por los problemas en la frontera de Ceuta y Melilla puede poner en peligro el mayor proyecto de desarrollo en la historia del reino alauí. Rabat tiene en marcha una inversión de más de 21.000 millones de euros durante los próximos diez años con el que pretende no sólo atraer a las empresas españolas, sino reforzar además la colaboración con nuestro país.
Con este objetivo, desde el Ministerio de Economía y la patronal CGEM (Confederación General de Empresas de Marruecos) se ha puesto en marcha un ambicioso plan de comunicación para llegar durante los próximos meses a todos los sectores empresariales y poder así abordar el reto.
En declaraciones a elEconomista durante un encuentro reciente en Rabat con periodistas españoles, el presidente de la patronal, Mohammed Horani , lo dejó muy claro: «España y Marruecos tienen que entenderse. Por su cercanía geográfica, no más de 14 kilómetros entre los puntos más próximos del Estrecho, y por la identificación cultural, en muchos aspectos, entre ambos países».
¿La solución o el problema?
Tanto Horani como el ministro de Economía, Salahdine Mezouar, insisten en que «Marruecos no es el problema, sino la solución para España», aunque los hechos de los últimos días puedan acabar por quitarles la razón. En su opinión, al otro lado del Mediterráneo, las empresas pueden lograr el crédito que la banca les niega aquí. Y no sólo eso. «Si invierten en Marruecos se beneficiarán de unos costes entre ocho y doce veces más bajos, además de una exención fiscal de cinco años», explica Mezouar.
Pero ahora toda la estrategia marcada en infraestructuras, energía, turismo y agricultura, se tambalea. Pese a las promesas y la oferta de una inflación controlada y un crecimiento del PIB este año del 4,4 por ciento, el boicot comercial contra Ceuta y Melilla, las acusaciones de racismo a la policía española y el hecho de que el Rey se haya visto obligado a llamar por enésima vez en los últimos años a Mohammed VI para rebajar la tensión, generan incertidumbres y desaniman, lógicamente, a los empresarios españoles.
Fuentes próximas al Gobierno de Marruecos consultadas por este periódico reconocen, de hecho, que este tipo de tensiones no ayudan en absoluto, y no ocultan su preocupación al respecto. La llamada a las empresas españolas se sustenta con un plan de más de 10.000 millones de euros en energías renovables y otros 11.000 millones en infraestructuras -autopistas, puertos y líneas de AVE-, pero puede resultar finalmente fallida.
Un gigante en renovables
Marruecos planea convertirse en diez años en un gigante de las energías renovables, lo que supone construir cinco nuevas centrales solares y catorce eólicas.
Es un proyecto calificado por la ministra de Energía y Minas, Amina Benja, como «el más mayor del mundo», pero necesita de la colaboración española. Al margen de la participación de empresas como Gamesa – está presente en el mayor parque eólico de África, inaugurado el pasado junio en Tánger-, Rabat ha pedido abrir una tercera línea de interconexión eléctrica con nuestro país.
Supondría una inversión de 110 millones, pero les permitiría contar con mayor capacidad en la red, imprescindible para exportación de sus recursos a Europa.
«Estamos negociando con el Gobierno español aumentar la interconexión entre los dos países y confiamos en poder alcanzar pronto un acuerdo. Nuestra previsión es que todo está cerrado a comienzos del año que viene«, asegura Benja.
REE insiste, sin embargo, en que no hay nada cerrado. La puerta está abierta, pero hay que tener en cuenta que hay también un proyecto pendiente con Argelia. Y aunque todo puede acabar resuelto este mismo año, teniendo en cuenta que Enagás y REE tienen que cerrar la revisión del plan de infraestructuras energéticas, la escalada de la tensión no facilita la negociación.
En infraestructuras, con 11.000 millones pendientes de inversión, la situación tampoco parece fácil. Marruecos quiere buscar la colaboración española, sobre todo, en la alta velocidad ferroviaria. Pero la tensión puede echar el freno.
Fuente original: http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/2375515/08/10/El-plan-de-Marruecos-para-atraer-inversiones-espanolas-se-tambalea-.html